Comisiones

El sector editorial asume el reto de buscar un Pacto de Estado por la Lectura y el Libro

La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) ha decidido asumir el reto lanzado por el ministro de Cultura, José Guirao, el pasado jueves, de lograr que España, que ya ha conseguido ser una potencia editorial, “sea una potencia lectora”, y trabajará en los próximos meses para buscar un Pacto de Estado por la lectura y el libro. Así lo ha señalado su presidente, Miguel Barrero, tras el Encuentro de la Edición que se celebró la pasada semana en la Torre de Don Borja en Santillana del Mar.

“Desde la Federación de Gremios de Editores de España queremos asumir el reto y estamos dispuestos a trabajar en este pacto que debe ser movilizador, que tenga una duración a medio y largo plazo y que cuente con los recursos necesarios para que todas las medidas que incorporemos en él puedan llevarse a cabo”, explicó. “Debemos trabajar en esta idea de pacto, no sólo en un plan, ya que el pacto tiene un sentido más movilizador. Debemos ser capaces de implicar en ello a toda la sociedad civil.”

Según Miguel Barrero, “Después de la crisis y la disrupción que ha supuesto el desarrollo tecnológico, es el momento de pensar y de poner la energía en diseñar un futuro para la industria, pero sobre todo para la lectura y el libro como elemento simbólico de la cultura”.

Encuentro de la Edición

El Encuentro de la Edición se ha celebrado en la Torre de Don Boja en Santillana del Mar y ha servido como espacio de reflexión sobre la situación del sector, así como sobre el futuro del libro y la lectura. Durante el encuentro se abordaron cuestiones como la recuperación del papel del editor como agente de cambio, como dinamizadores de la sociedad. Un papel para el que, según el Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Martínez Martín, los editores se enfrentan a nuevos retos como es su adaptación a una nueva revolución cultural derivada de la revolución tecnológica. “Se están produciendo cambios en las formas de leer y hemos de afrontar los problemas que se están produciendo de comprensión lectora”.

Lectura y comprensión lectora fueron otros dos elementos que se analizaron durante el Encuentro. La Académica Carmen Riera apuntó, durante su intervención en el Encuentro, que para crear lectores hay que empezar por crear el hábito y que, para ello, es necesario inculcar “el gusto por los libros desde la infancia”. A su juicio, en muchos países, a pesar de las dificultades históricas que han podido vivir a lo largo de su historia “su literatura se convirtió en un elemento de cohesión. Sus libros clásicos servían como elemento de cohesión nacional. Hoy, ese elemento de cohesión no lo tienen los libros sino el fútbol”, apuntó.

Si bien el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de libros muestra cómo año a año mejoran los índices de lectura, existe cierta preocupación por la calidad de esta lectura.

De ahí, que se vea necesario abordar este pacto que incluya planes que aborden esta situación de cara al futuro y que impliquen a diferentes áreas del Gobierno, a las diferentes Administraciones y a toda la sociedad. El Secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, apuntó en esta línea “debe haber una mayor conexión entre educación y cultura para ello, de manera que seamos capaces de compartir recursos”. Además, señaló que la lectura debe estar presente en las aulas “de manera transversal. Se debe afrontar desde la escuela primaria y, sobre todo, desde la secundaria”. En este sentido, apuntó que desde su Ministerio ya se trabaja en una reforma del currículo educativo para reducir su peso e incluir elementos transversales multidisciplinares. “Debemos construir el currículo desde lo que necesitan los jóvenes para enfrentarse al mundo”.

La Directora General del Libro, Olvido García Valdés, también señaló la necesidad de que Educación y Cultura trabajen como “una sola persona”. En su opinión “impulsar la lectura no debería servir sólo para aumentar las cifras de lectores, sino para conseguir buenos lectores y lectores fieles. La lectura debería asociarse como una forma de crecimiento interior”. La Directora General del Libro anunció que el Ministerio tiene previsto organizar unas jornadas de ámbito estatal en torno a la lectura.

El español, América y la Exportación

Durante el Encuentro se reclamaron acciones públicas para la promoción del español, así como planes de acción de difusión de los autores y de los libros en los mercados exteriores. El español es la segunda lengua de comunicación en el mundo, hablada por más de 500 millones de personas, y ofrece una ventaja competitiva al sector del libro español para exportar. Como explicó María Peña, Consejera Delegada del ICEX, “la internacionalización del sector editorial español ha venido para quedarse. Por primera vez se combina crecimiento interno con crecimiento externo”. Cada vez más, las empresas editoriales buscan llevar sus libros a otros mercados. Peña quiso exponer los recursos que el ICEX pone a disposición de los editores para que puedan dar el paso de buscar nuevos lectores fuera de nuestras fronteras. A esta tarea también se ha sumado la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), que, como explicó su Director de Relaciones Culturales y Científicas, Miguel Albero, ha comenzado a desarrollar acciones de promoción de autores españoles en otros mercados a través de las Embajadas. “Nos falta la idea de hacer planes a largo plazo para asentar una coordinación. Hacer un plan país en el que confluyan planes por sectores y por regiones del mundo, que definan en qué nos vamos a centrar y cómo vamos a evaluar los resultados”.

Como ejemplo del trabajo de las editoriales española en el exterior sirvió el ejemplo de la editorial Páginas de Espuma. Su editor Juan Casamayor, explicó como desde su experiencia un editor no debe asumir que para exportar es necesario “conocer a los lectores de los países a los que se pretende llegar. Conocer sus librerías, sus autores, la sensibilidad, la piel de cada país. Esta es la única manera de hacer una cartografía de Latinoamérica, porque no se trabaja igual en cada país”. En este sentido, Casamayor destacó la importancia que para ellos ha tenido la participación en Ferias Internacionales, la existencia de LIBER o el desarrollo de las misiones comerciales que ha desarrollado el Gremio de Madrid. Reclamó, también, un mayor esfuerzo de comunicación y de claridad a la Administración en sus acciones de apoyo a la exportación.

En España, la industria editorial mueve anualmente más de 3.300 millones de euros, y da empleo, directo e indirecto, a más de 30.000 personas. Las más de 700 empresas editoriales agrupadas en la FGEE representan cerca del 97% de la facturación del sector y a lo largo de 2018 se vendieron más de 160 millones de ejemplares y se editaron 76.602 títulos.