En los últimos meses han fallecido compañeros editores a los que queremos hacer una mención especial. Es el caso de Juan María Martínez, director de Ediciones del Prado, el conocido grupo español de libros, fascículos y coleccionables.

También nos dejaba en agosto Manuel Arroyo-Stephens, escritor y fundador de la Editorial Turner. Nacido en Bilbao, Arroyo abrió Turner English Bookshop en 1970, la primera librería especializada en libros de otras lenguas en España. El escritor y librero paso a ser editor debido a que “nadie se atrevía a publicar los libros que él quería vender”, según recuerda la editorial Turner en su obituario. Entre sus éxitos editoriales se encuentra la publicación de La forja de un rebelde, de Arturo Barea. Fue, además, uno de los artífices de la colección Noema, buque insignia de la editorial, donde se entremezclan ensayos innovadores sobre ciencia, historia, arte o música, y con la que Turner se asoció a la vanguardia de los libros.

Por último, nos gustaría recordar a Juan González Álvaro, a quien perdimos en julio. González Álvaro comenzó su trayectoria profesional como editor en Ediciones Urbión, una de las empresas punteras del mundo del fascículo en los ochenta. De ahí pasó a Santillana Educación, hasta que en 1992 se unió a Espasa, donde acabó siendo director editorial. En 1999 regresaba a Santillana, pero esta vez a la división literaria o de Edición General, donde fue Director General de España hasta 2007 y Director de Contenidos del grupo hasta 2011. En estos años, González Álvaro contribuyó a modernizar la apuesta global del Grupo Santillana. A su desempeño editorial sumó su labor como director en el máster de edición Santillana/Complutense.

Desde la Asociación de Editores de Madrid lamentamos profundamente estas recientes pérdidas y nos unimos al dolor de sus familia y amigos, y de todos sus compañeros de editorial.