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Es fundamental que en 2021 se sienten las bases de actuación de la Mesa por el Libro y la Lectura para los siguientes años

Manuel González, presidente de la Asociación de Editores de Madrid, hace balance de los efectos del año de pandemia, de la respuesta del movimiento asociativo, de los lectores y de las administraciones públicas, y de los retos que presenta 2021 para el sector.

 

Después de un 2020 difícil, comenzamos el año con un balance algo mejor del que temíamos cuando comenzó la pandemia. ¿Hay ya alguna aproximación del porcentaje de facturación en el mercado interior respecto al 2019?

En el momento de cerrar esta entrevista se puede afirmar, sin arriesgar demasiado en lo que aún es una estimación, que el formato trade para lanzamientos y fondos de narrativa y ensayo ha conseguido repetir las cifras de ventas de 2019 dentro del mercado nacional.

Sin embargo, este dato favorable y sorprendente en razón de nuestras previsiones de primavera no se ha trasladado a otros subsectores de la edición tal y como ha sucedido con el libro de texto, cuya pérdida porcentual con respecto al pasado año puede superar el 10 %; o como ha sucedido con el libro académico y científico, donde nuestra estimación es que en 2020 su facturación se quedará por debajo del 15 % con respecto al ejercicio anterior.

En cuanto a las publicaciones relacionadas con el turismo nacional e internacional, todo indica que dejarán de facturar más del 60 % de lo registrado el año pasado.

Esta suma de malos datos se completa con una pérdida superior al 33 % en la exportación, donde las previsiones más pesimistas efectuadas al comienzo de la pandemia desgraciadamente se han cumplido con creces ante la crisis sanitaria, económica y social que la Covid ha provocado en Iberoamérica.

En definitiva, un mal año pese al empujón final de la campaña de Navidad y Reyes, que no ha podido impedir que se haya roto en 2020 la tendencia ascendente de la facturación del comercio del libro registrada en el último lustro. En el inicio de 2021 podemos afirmar que, si bien 2020 no ha sido tan catastrófico como temíamos, en ningún caso puede ser considerado un buen año por más que, gracias al apoyo de los lectores, al esfuerzo coordinado de las asociaciones del mundo del libro, junto con la ayuda de las administraciones públicas, hayamos logrado poner en evidencia que la lectura ha sido, y es, uno de los mejores remedios para combatir los penosos efectos de esta pandemia.

Las ferias internacionales han perdido su presencialidad debido al Covid ¿Cómo ha afectado al sector editorial madrileño?

La totalidad de las ferias presenciales en 2020 han sido suspendidas y sustituidas, en el mejor de los casos, por encuentros virtuales como los desarrollados en Frankfurt o en nuestro LIBER. Estas cancelaciones han supuesto un daño para nuestros editoriales porque afectan, por un lado, a las operaciones de compra y venta de derechos de autor y de cesión de explotación de obras para otros mercados y, por otro lado, y en mayor medida, a la exportación de libros impresos que en 2019 alcanzaron un volumen de negocio a precio de tapa por valor de más de 600 millones de euros, y de los que la Cámara del libro de Madrid contabilizó el 40 %.

2020 no ha sido un buen año, por más que gracias al apoyo de los lectores, al esfuerzo coordinado de las asociaciones del mundo del libro y a la ayuda de las administraciones públicas, hayamos logrado poner en evidencia que la lectura ha sido, y es, uno de los mejores remedios para combatir los penosos efectos de esta pandemia.

 

A pesar de todo, hemos podido contar con varios factores que han ayudado a que el sector editorial se haya visto menos afectado. Uno de ellos ha sido la colaboración con las distintas administraciones y su apoyo económico.

Merece la pena destacar el apoyo institucional que en toda España ha recibido nuestra industria y el resto de la cadena de valor del mundo del libro. Por ceñirnos a las ayudas oficiales de carácter estatal, hemos de destacar las derivadas del Consejo de Ministros del 5 de mayo dedicado casi por entero a la industria cultural con líneas de crédito y ayudas específicas para los sectores que conforman los distintos sectores de edición, distribución y venta de libros.

En el ámbito de la Comunidad de Madrid el incremento de las compras institucionales para bibliotecas públicas ha alcanzado casi los cuatro millones de euros a través de compras canalizadas por las librerías de la CAM, y por lo que respecta al Ayuntamiento de la capital, hemos de agradecer la realización de dos campañas publicitarias de fomento de la lectura y de apoyo a las librerías, junto con una mayor dotación presupuestaria para renovar fondos e instalaciones de las bibliotecas municipales.

También es necesario dejar constancia de la puesta en marcha, coincidiendo con el final del año, de las primeras iniciativas y la formación de los grupos de trabajo de La mesa por el libro y la lectura a cargo de la Dirección General del libro del Ministerio de Cultura y Deporte. Esta mesa recoge las líneas esenciales de la propuesta de nuestra Federación (FGEE) para analizar y proponer a las distintas administraciones públicas las medidas que potencien el hábito lector en todos los segmentos sociales y territoriales a los que hay que llevar el interés por el libro y la lectura, con el objetivo de hacer de España un país lector. Esta última calificación, y lo que ella comporta, entendemos los editores que debe de ser uno de los requisitos necesarios para aspirar a situarnos entre las naciones más cultas y prósperas de nuestro planeta.

Hay que saludar el coraje y la voluntad de transformación que muchas librerías independientes han mostrado en estos meses para servir libros a sus clientes a través de plataformas de distribución propias

 

También ha influido el comportamiento en cuando a hábitos de lectura -papel y libro electrónico- y de compra – tanto a través del comercio electrónico como en el apoyo a las librerías de proximidad- ha sido fundamental.

Sin duda el incremento del comercio electrónico durante 2020, duplicando su porcentaje anterior hasta quedar por encima del 25% de la venta de libros a nivel nacional, es un hecho que no va a ser meramente coyuntural, sino que parece una realidad permanente…, y este porcentaje no solo lo ocupan los grandes operadores logísticos multinacionales sino que, junto a ellos, hay que saludar el coraje y la voluntad de transformación que muchas librerías independientes han mostrado en estos meses para servir libros a sus clientes a través de plataformas de distribución propias, y afortunadamente, con un éxito notable.

En cuanto al libro digital, también ha crecido considerablemente y todo apunta a que, junto al audiolibro, se consolidan como elementos a tener en cuenta dentro de los distintos soportes editables que forman la cadena de producción y distribución comercial de nuestra industria.

¿El tejido del sector editorial sale más reforzado? ¿Más unido?

Sin duda el panorama nacional e internacional tan adverso provocado por la pandemia nos ha debilitado, pero éste es un sector que sabe soportar las crisis y luchar contra las adversidades, y por eso hemos tratado, en la medida de nuestras posibilidades, tanto desde la Federación como desde nuestra Asociación y desde CEDRO, de informar y ayudar a nuestros asociados en todo lo que hemos podido para que el final de la crisis nos encuentre unidos en los objetivos comunes y preparados para aprovechar la recuperación económica que debería iniciarse en este año 2021.

En 2020 hemos visto cómo, lamentablemente, aumentaba la piratería. Por otro lado, hemos podido comprobar el gran trabajo que está realizando CEDRO para hacerle frente.

Las herramientas informáticas implantadas por CEDRO para la detección de la copia fraudulenta de obras publicadas cada vez son más eficaces, y también hay que decir que cada día encontramos mayor sensibilidad y cooperación con las autoridades gubernamentales y judiciales para la persecución de los ilícitos contra la propiedad intelectual. Queda aún mucho por lograr para extirpar, o reducir de forma significativa, esta lacra que adquiere proporciones escandalosas en nuestro país, pero entre todos lo vamos a conseguir.

Ayudas directas, información continua, acompañamiento desde nuestra asesoría, formación online… Uno de los objetivos principales en el pasado año ha sido dar apoyo a nuestras editoriales desde todos los frentes posibles

 

Ha sido un año en el que era especialmente necesario dar cobertura a nuestros asociados. ¿Cómo se prevé el 2021 en este sentido? ¿Cuál es el objetivo de la AEM de cara a sus asociados?

Uno de los objetivos principales en el pasado año ha sido dar apoyo a nuestras editoriales desde todos los frentes posibles: hemos realizado dos acciones de ayuda directa, hemos intensificado la información sobre todos los temas de interés para nuestros asociados, así como el acompañamiento desde nuestra asesoría para dar respuesta a las consultas sobre las cuestiones fiscales, laborales y jurídicas que han ido surgiendo a raíz de la especial situación de pandemia. También, y en la medida que nos han permitido las circunstancias, hemos continuado con el programa de formación, adaptándonos al entorno digital.

Para este año, además de mantener todos nuestros servicios a las editoriales asociadas, si se cumplen las previsiones presupuestarias de nuestra Federación, podríamos eximir a nuestro gremio del valor de un trimestre en nuestra contribución y eso, al igual que lo hemos hecho en 2020, debería equivaler a la condonación del 60 % de una de las cuotas de nuestros asociados. Trataremos, mediante los ajustes presupuestario de nuestra tesorería, de lograr que esa condonación sea del 100% de un recibo trimestral para hacer más llevadero el paso del primer semestre del año, que se presenta difícil. En todo caso, estas ayudas y todas las que estén a nuestro alcance, se irán anunciando desde nuestra Junta Directiva y desde las distintas comisiones de nuestra Asociación a medida que vayamos avanzando en el año.

El 60% de las solicitudes otorgadas de préstamos ICO y créditos a través de CREA corresponden a pequeñas editoriales. Teniendo en cuenta las dificultades de facturación que todavía, es probable que sea necesario arbitrar un nuevo aplazamiento de los vencimientos

 

En mayo comenzará el plazo para la devolución de préstamos… ¿Cómo puede afectar al sector editorial madrileño?

La cobertura de préstamos ICO y los créditos tramitados a través de la sociedad estatal CREA para nuestro sector han tenido una importante acogida entre nuestros asociados, especialmente entre las pequeñas editoriales, ya que el 60 % de las solicitudes otorgadas por ambas instituciones correspondieron a este segmento de las empresas. El importe concedido se sitúo en 32.000€ por empresa. Teniendo en cuenta este dato y las dificultades de facturación que todavía persisten para estas pequeñas empresas, es probable que sea necesario arbitrar un nuevo aplazamiento de los vencimientos hasta el segundo semestre de este año, cuando es posible que hayamos recuperado un grado de actividad relativamente normal.

Por el carácter general de estos créditos, habrá que estar atentos a las negociaciones con el Ministerio de Economía en este próximo trimestre sobre esta cuestión, que también depende de las decisiones que adopte la UE sobre los límites de endeudamiento de los países miembros.

El 2021 comienza con una Mesa del Libro que ya ha dado sus primeros pasos. ¿Qué objetivos concretos se esperan cumplir en este año?

Ya están constituidos los grupos de trabajo que en el primer trimestre del año han de empezar a trabajar en el diagnóstico de la situación de cada una de las áreas que cubren la totalidad de los elementos que forman la actual cadena del libro y, tras este primer análisis, hay que trabajar en la elaboración de propuestas para negociar con todos los niveles de interlocución política y lograr también el mayor consenso social posible acerca de los procedimientos, inversiones y objetivos.

El trabajo a realizar es ingente; por eso es fundamental que en 2021 estén sentadas las bases de actuación para los siguientes años y así alcanzar en un lustro los objetivos propuestos que, como decía anteriormente, se sintetizan en situar a España, en un plazo de tiempo razonable, en el grupo de cabeza de los países con mejores indicadores de lectura y comprensión lectora.

Si logramos aprovechar la cuota parte de la UE destinada a la digitalización de contenidos tendremos una gran oportunidad de expansión y conocimiento internacional de nuestros fondos bibliográficos

 

En cuanto a las exportaciones, ¿hay algún plan estratégico para mejorar los resultados? ¿Hay posibilidad de contar con ayuda institucional para ello?

Mientras la pandemia siga afectando de forma tan importante como lo ha hecho hasta ahora al conjunto de la economía mundial, y en especial a los países de Latinoamérica, las expectativas del comercio exterior no pueden ser buenas.

No obstante, si logramos aprovechar la cuota parte que nos corresponda de los fondos de recuperación económica de la UE destinados a la digitalización de contenidos tendremos una gran oportunidad de expansión y conocimiento internacional de nuestros fondos bibliográficos.

Si la situación lo permite y podemos celebrar la Feria del Libro de Madrid, va a ser una gran fiesta…

Tras la tristeza y frustración que nos supuso la cancelación de la Feria en 2020 una convocatoria fallida este año sería una desgracia añadida para Madrid y para todo el mundo del libro. Desde el año pasado la Feria cuenta con el título de especial significación ciudadana y de interés general para ciudad, otorgado por el Ayuntamiento de Madrid, una acción que blinda su permanencia en el parque de El Retiro y que todo el sector editorial agradecemos y celebramos. Así que, si las circunstancias sanitarias lo permiten, y todos los interesados en que la Feria sea un éxito contribuimos a hacer las cosas bien, no me cabe duda de que en 2021 volveremos a vivir la gran fiesta de los libros en este espacio privilegiado del parque del Retiro.