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Lector del mes: José Manuel Bargueño, coordinador de la Comisión de Libro Religioso de la Asociación de Editores de Madrid

El próximo 8 de octubre, y dentro del marco del LIBER, se celebrará la IV Jornada del Libro Religioso, en la que este sector del mundo editorial se propone desmontar prejuicios de la mano de las nuevas tecnologías. Hoy conocemos algo más al coordinador de la Comisión que ha organizado el evento, José Manuel Barqueño.Licenciado en Geografía e Historia, José Manuel se inició en el mundo editorial como librero, hace más de quince años, en la librería Neblí (Troa librerías), la más emblemática de esta cadena de librerías, donde llegó a ser director un tiempo después.

Hace algo menos de siete años continuó su andadura profesional en una editorial, Ediciones Palabra, como director comercial. En la actualidad, lo compagina, desde hace casi dos años, con la coordinación de la CELR (Comisión de Editores del Libro Religioso), además de ser miembro de la junta directiva de la Asociación de Editores de Madrid.

José Manuel, ¿cuál es el primer libro que recuerdas?

Probablemente algún cuento clásico o las historias de Zipi y Zape. Siendo un poco más mayor, recuerdo leer las colecciones que había en mi casa de los Hollister y los Cinco. También, los libros de aventuras de Julio Verne, como Miguel Strogoff, los de Emilio Salgari con Sandokan y El Corsario Negro, y los de Walter Scott, por ejemplo, Ivanhoe.

¿Tuviste una infancia lectora?

Bastante; mis padres eran bastante lectores, y había muchos libros en casa. Además, muchos de los regalos que nos hacían eran libros.

¿Dónde y cuándo te gusta leer?

En casa, después de cenar y antes de dormir, o los sábados por la mañana.

¿Tienes un formato preferido?

Papel, sin duda. Por trabajo leo en digital, pero disfruto mucho más con una edición en papel, y si es cuidada, mejor.

¿Qué te gusta leer cuando no lees por trabajo?  

Novela y ensayos, sobre todo históricos.

¿Has dejado algún libro a medias? ¿Estamos educados para ser críticos con lo que leemos? 

Si no es por trabajo, me he dejado pocos, ya que intento dar una oportunidad a cualquier libro. Algunas novelas empiezan a mejorar según van avanzando, pero si alguna vez he dejado algún libro a medias, no he me he sentido culpable. En cuanto a lo de ser críticos, creo que muchos lectores no los son. En mi caso, me ha venido muy bien haber estudiado Historia, que es una carrera que precisamente agudiza mucho el sentido crítico.

¿Hay algún libro que te haya marcado especialmente?  

El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad. Tampoco es que tenga una gran historia detrás, me lo mandaron en la universidad cuando estudiábamos el tema del colonialismo y sus consecuencias, pero es un libro que me encantó, no solo por su crítica tan atroz del colonialismo sino por un análisis tan profundo de la naturaleza humana. Es un título que lo tengo en varias ediciones.

¿De quién sueles fiarte para que te recomiende un libro? 

De colegas que son amigos y de libreros. Aunque tengo que reconocer que me fío excesivamente de mí. Es decir, me fio más en un libro que veo en una librería o de un autor del que ya he leído algo anteriormente.

¿Qué título recomiendas para…

… acercarse a la espiritualidad sin prejuicios. Cualquier libro de Jacques Philippe. Se puede acercar uno también con un buen testimonio, una biografía novelada…

… desconectar del mundo y conectar con el silencio La fuerza del silencio, del Cardenal Sarah. Tiro para casa.

… ampliar conocimientos sobre las religiones. Historia de las religiones de Manuel Guerra

Dime tres razones por las que leer.

Para distraerte y divertirte -no veo mejor manera-, para ir creciendo en tus conocimientos y porque es el mejor “método” para desarrollar la imaginación.

¿Qué estás leyendo ahora?

El misterio de Ardlamont, de Daniel Smith (Larrad Ediciones). Es de un amigo que lleva poco en el complicado mundo de la edición.

Recomiéndame un libro.

Podría recomendar varios. En este caso dos, y ninguno es una novedad. Momentos estelares de la humanidad, de Stefan Zweig (Acantilado), y Roscoe, negocios de amor y guerra, de William Kennedy (Libros del Asteroide). Uno más reciente, sería Diario de un librero de Shaun Bythell (Malpaso Ediciones).

 

IV JORNADA DEL LIBRO RELIGIOSO

El 8 de febrero organizáis, desde la Comisión de Libro Religioso de la AEM, una Jornada enmarcada en el LIBER que habéis bautizado “Libro Religioso 4.0”. ¿Cuál es el objetivo de esta jornada?

En la actualidad se tiene una percepción de lo religioso y, sobre todo si nos referimos a la religión católica, bastante negativa. Se ve como algo retrógrado y antiguo. Y, cómo no, se piensa lo mismo si nos referimos a las editoriales religiosas.

En esta IV jornada nos hemos planteado varios objetivos. Uno es poner de relieve que las nuevas tecnologías también están presentes en el mundo religioso. El segundo es analizar las nuevas ideas que nos puedan aportar desde otros ámbitos. Y, por último, buscamos una visión de lo que está sucediendo ahora mismo, sobre todo en el mundo de las librerías.

Queremos que los asistentes salgan con muchas ideas que les puedan ayudar en el día a día.

El título hace una clara referencia a la adaptación del sector a los tiempos que corren. ¿Es un deseo o una realidad que ya existe?

En parte es una realidad, aunque hay reconocer que también es un deseo. Todavía tenemos y debemos adaptarnos a este contexto, que es muy cambiante.

¿Qué pasos puede dar el propio sector en este sentido?

Creo que son necesarias este tipo de jornadas u otras que se organizan desde la AEM. Es importante que en el mundo editorial religioso nos miremos hacia dentro, y nos demos cuenta de que nuestro sector tiene las mismas complejidades que los otros, aunque pueda haber diferentes matices.

Contáis con ponentes que sorprenderían a muchos, como Patxi Bronchalo, Javier Sánchez-Cervera o Adriana Ribó. ¿Qué crees que van a aportar en esta jornada?

Los ponentes nos pueden aportar muchas cosas. Como, por ejemplo, la iniciativa 10minutosconJesús. Se trata de una magnífica idea para rezar en grupo utilizando las nuevas apps que utilizamos a diario, como el WhatsApp.

También el padre Patxi Bronchalo es un ejemplo porque, al igual que otros sacerdotes, está utilizando las redes sociales para conectar sobre todo con los jóvenes de todo el mundo; desde Youtube, Instagram y Twitter. Nos enseñan que no hay que desdeñar estas vías para evangelizar.

En marzo, en Ávila, se celebró un encuentro en el que se reunieron los youtubers católicos más destacados para compartir sus experiencias. Lo importante es ver cómo se crean comunidades virtuales o cómo se están empleando las redes sociales en el mundo religioso, y qué puede extraer el libro religioso de sus experiencias.

Existe incluso el marketing religioso ¿tanto mueve?

Sí; de hecho hace un año se celebró el II Congreso de Marketing Religioso y planean continuar. En un momento en el que la sociedad se está apartando de la religión, y en el que para llegar al público actual hay que adaptar el mensaje —eso sí, manteniendo el fondo—, es muy importante que se hagan este tipo de acciones e iniciativas, para mejorar la comunicación y crear un punto de encuentro de todos los miembros de la comunidad religiosa.

¿Cómo es el perfil del lector de libro religioso?

Hay de todo, seglares y laicos. Un lector católico puede ser de cualquier ámbito. Algunos querrán temas más sencillos, otros libros muchos más teológicos…

¿Qué es lo que más demanda el cliente de este sector?

Sin olvidar los libros más teológicos o los clásicos de toda la vida, ahora el lector religioso está buscando libros que le ayuden a ser un buen cristiano en una sociedad tan crítica con la religión. También está buscando los libros testimoniales, inspiracionales, incluso alguna biografía, alguna novela. Y, como en otras materias, demanda libros que no tengan muchas páginas.

¿Qué resultados esperas obtener en esta Jornada?

Esperamos aumentar la repercusión e ir más allá de los medios de comunicación puramente religiosos, llegar a los medios generalistas. Para ello hemos diseñado unas mesas en las que los ponentes tienen un carácter más general, en las que se tratarán tema de actualidad con lo digital como protagonista, y que pueden resultar de interés para un espectro más amplio.

Nuestra meta es ir creando una imagen de marca del libro religioso, y que cuando se hable del mundo editorial en España también se diga que hay una industria religiosa importante, profesionalizada, e igual de actualizada que el resto. Normalizar el que un lector lo mismo puede leer una novela que un libro de espiritualidad.

Por último, espero que podamos extraer unas conclusiones importantes que ayuden a los asistentes a ver de otra manera el libro religioso, y definir unas estrategias que podamos utilizar para modernizarnos y crecer.

PUEDES CONSULTAR EL PROGRAMA AQUÍ:

IV Jornada de Libro Religioso AEM