Poemas a Amanda reúne los poemas que Carmen Conde dedicó a la escritora Amanda Junquera entre 1936 y 1983. Naranja es uno de ellos. Lo cierto es que para comprender la complejidad de la obra de Conde es necesario destacar la figura de Amanda Junquera, con quien mantuvo una relación que le influyó notablemente en su escritura y producción literaria.
El libro Poemas a Amanda también incluye dos anexos con importante material documental, como la reproducción de todas las dedicatorias manuscritas que ambas se intercambiaron en libros, además de otro material inédito conservado en su archivo personal en el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver de Cartagena.
Carmen Conde nació en agosto de 1907 en Cartagena. Estudió Magisterio en Murcia y comenzó a publicar sus primeras composiciones en las revistas Ley: (entregas de capricho) (1927) y Obra en marcha: diario poético (1928) de Juan Ramón Jiménez, hasta lanzar su primera obra, Brocal (1929), que reúne varios de sus poemas en prosa.
Su relación con el poeta Antonio Oliver Belmás, con quien se casó en 1931, contribuyó a consolidar su personalidad poética, traducida en una intensa actividad creadora. Juntos, impulsaron y fundaron la primera Universidad Popular de Cartagena, que desde 1933 contaría con un boletín, la revista Presencia. El año siguiente, publicó su siguiente poemario en prosa, Júbilos.
Tras la guerra civil, Conde se instaló en Madrid y tuvo que publicar con los seudónimos de Florentina del Mar y Magdalena Noguera, entre otros. Aun así, libros como Pasión del verbo, Honda memoria de mí, Signo de amor, Ansia de la gracia o Mujer sin Edén vieron la luz durante las décadas de los 40 y 50. En 1967, fue la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Poesía tras la publicación de Obra poética 1929-1966.
Paralelamente a su poesía, Carmen Conde escribió varios libros infantiles, por lo que en 1987 recibió también el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Publicó asimismo varias novelas como En manos del silencio (1950), Las oscuras raíces (1953) o Soy la madre (1980), con la que obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla.
En 1979 se convirtió en la primera mujer que ingresó en la Real Academia de la Lengua.
Elena Odriozola nace en San Sebastián en 1967. Estudia arte y decoración e inicialmente trabaja en una agencia de publicidad como maquetadora y directora artística antes de dedicarse a la ilustración.
A partir de 1997 se dedica a la ilustración, principalmente de libros y con mucho éxito en publicaciones infantiles y juveniles. Sus creaciones se traducen a múltiples idiomas. También es seleccionada para participar en prestigiosas muestras de ilustración.
Cuenta con más de cincuenta libros ilustrados y con un estilo definido por la sutileza, la capacidad para dar sentido a los blancos en la composición de sus creaciones y un lirismo que aflora en sus dibujos. Destaca por su capacidad de renovarse siguiendo una línea propia y coherente, y por el potencial narrativo de su obra. Su estilo se caracteriza sobre todo por su interpretación de cada libro, por cómo sus ilustraciones definen la historia que se narra. Lo hace con aparente sencillez, con líneas definidas y pocos colores.
Entre otros reconocimientos, ha recibido el Premio Euskadi de Literatura por la ilustración (2009, 2013), el Premio Nacional de Ilustración (2015) y la Manzana de Oro de la Bienal de Ilustración de Bratislava (2015).
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