El pasado 23 de abril, Día Internacional del Libro, el tiempo no acompañó durante la celebración de Sant Jordi. En Barcelona, las intermitentes pero fuertes tormentas causaron daños y desperfectos en varios puestos de la capital catalana, que llenaba sus calles de libros y rosas.
Concretamente, Barcelona ha acogido este año un récord de 300 puestos de profesionales del libro, 60 más que en 2019, y 170 firmas en varios puestos del evento. A causa del temporal, algunas de ellas tuvieron que ser suspendidas, centenares de libros quedaron estropeados y varias casetas fueron destrozadas.
Sin embargo, y pese a la lluvia, el granizo y el viento, el presidente del Gremi d’Editors y de la Cambra del Llibre Patrici Tixis ha asegurado que las cifras de este año son muy parecidas a las de 2019. Entonces, se vendieron un total de 1,6 millones de libros y se facturaron unos 22 millones de euros en ventas. Santiago Posteguillo y Empar Moliner fueron los autores más vendidos de esta edición.
Aunque las cifras de este año son buenas, Tixis ha asegurado en una entrevista con TV3 que si la climatología no hubiera sido tan adversa, “ahora estaríamos hablando del mejor Sant Jordi de nuestra historia”. Dos años después, tras haber superado las restricciones y las adversidades que ha traído el COVID-19, recuperar estas cifras prepandémicas significa vislumbrar un futuro mejor para el sector del libro.
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También a pesar del tiempo, el público se ha mantenido fiel al evento y ha aguantado las largas colas para las firmas de libros. Además, varias personas se han volcado en socorrer a los libreros y editores, ayudando a secar libros o a resguardar puestos de las intensas lluvias. Una de ellas ha sido la pequeña editorial Raig Verd, que no fue capaz de aguantar la jornada y tuvo que retirarse: “Se nos mojaron todos los libros y allí mismo tuvimos que tirar 700. Hemos sido criticados, pero nos resultaba imposible recogerlos por el peso, no teníamos manera de transportarlos, eran insalvables”, se lamenta la editora Laura Huerga.
Para cerrar el acto, el Rey ha felicitado a la escritora y ha agradecido su gran compromiso social a través de la literatura, “en defensa de los vulnerables y a favor de la igualdad”, con su actitud “rebelde, insumisa y transgresora”.
Justamente de ese compromiso de la literatura con la sociedad hablaba también Peri Rossi en su discurso, citando a Jean Paul Sartre, y regalando al público asistente un pequeño poema que escribió pensando en ello: “Podría escribir los versos más agradecidos esta noche y cumpliría con mi obligación de escriba, aunque los versos no salvarían a los que mueren por las bombas y los misiles en la culta Europa”.